Oswald y la chica de pelo rojo estaban sentados. Oswald estaba acariciándole el pelo y entonces le dió un beso en los labios. Entonces me sentí feliz porque creo que significaba que se volvían a querer.
No me gustan los besos ni los abrazos. Creo que son estúpidos y para gente troglodita. Cuando yo pienso o siento algo, lo digo con palabras porque haciendo cosas no consigo decir la cosa exacta y se puede confundir. ¿Por qué la gente se queja de que no se le entiende si no dice las cosas con palabras?
El contacto físico es de lo más tonto y sobreestimado del mundo, es completamente innecesario. El tiempo que la gente invierte en enamorarse, en hacerse mimos, en estar feliz por una persona o estar triste, está siendo malgastado en descubrir los enigmas del Universo.
Por eso si luego Oswald o la chica están confundidos sobre lo que sienten lo entenderé.
Entonces me fui fuera del establecimiento porque cuando una persona está malgastando su vida en amar a otra no quiere ser molestada. Saqué mi libreta e hice ecuaciones y después me agaché y me pasé exactamente 12 minutos observando un hormiguero. Las hormigas son buenas, son trabajadoras, se ayudan unas a otras y no se enamoran. Deberíamos ser como ellas.
Oswald salió del restaurante y estaba cogido de la mano de ella y estaban contentos. Yo le enseñé a la chica mi cuaderno de ecuaciones. Y ella dijo:
- ¡Callie, ésto es impresionante! ¿Cuántos años dices que tienes?
Y yo respondí:
- Quince.
Y ella me estuvo felicitando todo el rato. Sólo había resuelto ecuaciones. El día que descubra nuevas cosas sobre la materia oscura del espacio, entonces me felicitarán y me lo mereceré.
Entonces me llevaron a tomar un helado. Yo me cogí un helado de fresa. Había un helado de limón y era amarillo, y el amarillo es un color detestable y odioso. Ojalá no fuese un color primario y no lo tuviera que ver constantemente por todas partes.
Oswald estaba mirando unas fotos en el móvil de la chica y entonces le dijo que salía muy guapa en las fotos. Y ella me preguntó:
- Callie, ¿Crees que salgo bien?
Ojalá toda la gente que hiciera preguntas así no las hiciera. Porque entonces tendría que responder, y hay un gran trecho entre lo que yo respondo y lo que las personas quieren oír. Así que simplemente dije:
- Sí.
Lo cierto es que la chica tenía unas características físicas y morales que, actualmente, están bien vistas, pero os diré una cosa: Antiguamente, las mujeres gordas resultaban las más atractivas, pues su anchura era equivalente a que estaban rebosantes de salud, dinero y bienes.
Seguí comiendo mi helado. Estaba frío pero estaba rico. Entonces me metí las manos en los bolsillos y saqué todo lo que tenía, en total era:
- Dos peniques.
- Una piedra brillante que me había encontrado el día anterior en el parque.
- Una tarjeta de promoción sacada de Bar None.
- Pipas y frutos secos para mi ardilla Darwin.
Oswald ya no estaba triste. Estaba feliz.
Creo que estoy haciendo un progreso bastante considerable en leer expresiones faciales.