lunes, 24 de octubre de 2011

7

A su Estimada.

Mis infinitas lagunas de frustración me han obligado a mandaros ésta carta. Aunque lo más posible es que vos jamás la leáis, mi melancolía es tal que debo expresarme antes de que me desvanezca consumida por mi propia agonía.


Ha mucho tiempo que en mi alma algo se retuerce de dolor. Sois hermosa, sí, sois noble, sois digna. Os admiré, y os sigo admirando. Os amé, pero ya no os amo. El fervor de mi sentimiento se apacigua más y más a cada minuto, a cada segundo que pasa. Cada vez que os veo, no puedo quitarme de la cabeza que vuestro romance, aquel que yo consideraba eterno, ha sido agrietado poco a poco hasta romperse en mil pedazos. Mis ojos se aguan inevitablemente, pero sonrío porque sé que al menos ha ocurrido. Y la felicidad me embriaga al sentir que fuisteis verdaderamente feliz con aquel hombre, y que aquel hombre fue feliz con vos.

Mientras vos correteábais por los jardines, él seguía en casa. Múltiples varones de alta alcurnia intentaron cortejaros, pero vos nada más teníais espacio en vuestro corazón para uno. Era privilegiado, como vos, pero no era noble. Así pues, fuisteis humilde, y le cedisteis vuestro amor sin remilgos. Os ganasteis todo mi respeto y mi cordialidad. Se le veía tan feliz, tan animado... Me sentía tan agradecida de que vos fueseis la portadora del cariño que más le hipnotizaba, de las palabras que más hacían mella, y con quien él compartía sus noches tórridas y sus deseos más intensos. Me sentía tan agradecida de que fuerais vos. Él es perfecto, vos sois perfecta. Entonces, ¿Por qué tuvo que tener un fin tan poco agraciado vuestra aventura?


Maldigo el día en que aquel príncipe se cruzó en vuestro camino, aquel que con simples gestos falsos y fanfarrones hizo que vuestra alma se olvidara de la persona a la que correspondía vuestro amor. Fuisteis tan simple, mi Señora. Tan ingenua. Tan fácil de persuadir. Es cierto, que vos sois una princesa y aquel pájaro de mal agüero es un príncipe, pero qué hay del pequeño corazón que dejásteis vulnerable, a la intemperie. Sintiéndose profundamente desdichado. ¿No os importa haber perdido todo criterio, vuesa Merced? Ahora os veo en todos lados, y siento que debo quereros, pero ya no puedo.


Quizás el corazón del desdichado ahora permanezca desnudo y herido. Porque vos sois como una rosa, bella y tentadora, más así no carecéis de las espinas que todas las rosas tienen. Supongo que él también habrá tenido la culpa, pero os ruego, mi Señora, que tengáis el buen espíritu de perdonarle. Mi sangre hierve, pensando que el alma honesta que una vez tuvisteis entre vuestros brazos, ha sido abandonada por otro hombre que posiblemente no se merezca vuestro amor. No puedo miraros igual, sabiendo que tras besar tantas veces sus labios os fuisteis para no volver. Y recuerdo aquellas noches en las que sonreía sabiendo que vuestros brazos níveos quizás estaban rodeándole. Ahora cuando pienso en ello, me siento triste y gris.


Os admiré, y os sigo admirando. Os amé, pero ya no os amo.

Vaya con Dios, mi Señora, pues vos os marchásteis sin despediros. Os marchásteis, con otros hombres, a otras tierras. Probablemente para siempre, aunque quiero pensar que no es así, y que algún día regresaréis. El campesino sobre en el que antaño derramásteis vuestro amor os seguirá esperando, y estoy segura de que estará ansioso de teneros otra vez. Perdonad su alma maltrecha y dolida, perdonadle todo, perdonad. Tenéis un gran corazón, no dejéis que la lujuria del privilegio lo aletargue. Si no queréis volver él tendrá que seguir adelante. Si ése es el caso y no tenéis intención, ardo en ansias de que vuelva a aparecer otra persona que le haga feliz, pero nunca será lo mismo que con vos. Jamás.

Independientemente de mi opinión, sea feliz, esté con quien esté, pero no olvidéis, vuesa Merced, cuál fue vuestro cauce un día. Éste presente es solamente para hacerle recordar. Para que piense, si se le antoja, en aquel alma que dejásteis en vuestro camino a la gloria.

O quizás ya tuvisteis la gloria en vuestras manos y no os percatásteis de ello.











3 comentarios:

  1. Me encanta esto cómo está escrito, ya te dije <3<3<3<3<3<3<3<3

    ResponderEliminar
  2. Y mientras lo leía estaba escuchando esto: http://www.youtube.com/watch?v=MK6heUdRr-E&feature=player_embedded

    Hermoso :B

    ResponderEliminar